Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR)
Una guía esencial para entender tus obligaciones fiscales en España si no eres residente fiscal.
¿Qué es el IRNR y Quién Debe Pagarlos?
El Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR) es un tributo directo que grava la renta obtenida en territorio español por las personas físicas y entidades no residentes en España. Si posees una propiedad, obtienes ingresos por alquileres, o generas cualquier otro tipo de rendimiento en el país sin ser residente fiscal, estarás sujeto a este impuesto.
Es fundamental distinguir entre ser residente fiscal y simplemente tener una propiedad. La residencia fiscal se determina por criterios como pasar más de 183 días al año en España, o tener el núcleo principal de tus actividades económicas en el país.
Tipos Impositivos Generales (2025)
Los tipos impositivos del IRNR varían según el tipo de renta y si el contribuyente es residente en otro estado miembro de la UE o del Espacio Económico Europeo (EEE).
- Tipo general (resto del mundo): 24% sobre los rendimientos íntegros.
- Residentes UE/EEE: 19% sobre los rendimientos. En alquileres, permite deducir gastos.
- Dividendos, Intereses y Ganancias Patrimoniales: 19%, independientemente de la residencia del perceptor (pueden aplicarse convenios de doble imposición).
Es crucial consultar los convenios de doble imposición entre España y tu país de residencia, ya que pueden modificar estos tipos.
¿Cómo y Cuándo Declarar?
La declaración del IRNR se realiza principalmente a través del **Modelo 210**. Los plazos de presentación varían según el tipo de renta:
- Rentas imputadas de inmuebles: Durante todo el año natural siguiente al de devengo (ej. las rentas de 2024 se declaran durante todo 2025).
- Rentas de alquileres: Trimestralmente si el resultado es a ingresar, o anualmente si es a devolver o cuota cero.
- Ganancias patrimoniales (venta de inmueble): 3 meses desde que finaliza el plazo de 1 mes que tiene el comprador para ingresar la retención del 3%.
Dada la complejidad, es muy recomendable contar con un asesor fiscal para asegurar la correcta presentación y el cumplimiento de los plazos.